- 150 gr de pan del día anterior
- 350 ml aprox. de leche entera
- 2 huevos
- Canela en rama y molida
- 6 cucharadas soperas de azúcar
- Un vaso de azúcar para espolvorearlas
- Aceite de oliva virgen extra suave
Ponemos a calentar la leche junto con la canela en rama y el azúcar, una vez templada pero sin que llegue a hervir retiramos del fuego.
Partimos el pan en rebanadas de 1 cm de grosor aproximadamente y las colocamos en una fuente sobre la que vertimos la leche. Empapamos cada rebanada por un lado y por otro.
Batimos los huevos y con una cuchara ponemos huevo a cada rebanada, le damos la vuelta y repetimos la operación. Dejamos reposar media hora.
En abundante aceite bien caliente freímos las torrijas.
Una vez fritas las apartamos a un plato con papel de cocina para que absorban el aceite sobrante.
Una vez fritas las apartamos a un plato con papel de cocina para que absorban el aceite sobrante.
Aurora, me pierden las torrijas y estas tuyas están de lujo
ResponderEliminarEsas torrijas tienen una pinta excelente, Apetece coger una
ResponderEliminarun saludo
pepe
Hola, Aurora! Me han encantado tus torrijas, igualitas que las de mi madre. Yo vivo en Aguadulce, jeje. Besos!
ResponderEliminarAurora , mañana voy ha hacer tus torrijas para mis mayores,espero que me salgan como las tuyas.
ResponderEliminarHola otra vez, cuando utilizo alguna harina especial yo lo pongo. Estas rosquillas supongo que saldrán mejores con harina de fuerza, pero yo usé la que tenía a mano, harina de trigo normal. Un besito.
ResponderEliminarHoy voy a hacer tus torrijas, Aurora!
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