- Dos solomillos de tamaño mediano.
- Sal gruesa.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Pimienta molida.
En primer lugar limpiamos los solomillos quitándoles el exceso de grasa.
En un recipiente de los que sirven para cocinar en el microondas, preferiblemente cristal y con un tamaño adecuado, colocamos los dos solomillos, quizás es preferible cortar las puntas para que entren bien.
Ponemos una capa gruesa de sal en el fondo del recipiente y sobre ella colocamos los solomillos, para a continuación cubrirlos de sal totalmente.
Metemos en el microondas y cocinamos durante 14 minutos a 850 wat. Pasado este tiempo esperamos cinco minutos antes de abrir el microondas y sacamos el recipiente con cuidado de no quemarnos.
Esperamos a que ese enfríen un poco y retiramos la sal totalmente a cada solomillo, podemos ayudarnos con una servilleta de papel.
Se pueden consumir de inmedianto, aunque recomiendo dejarlos enfriar y cortarlos en frío en el momento de servir. Aguantan varios días en el frigorífico envueltos en film transparente.
Están riquísimos con un poco de pimienta recién molida y chorrito de aceite de oliva por encima, acompañados con rodajas de tomate natural.
En fajitas, poniendo unas rodajas de solomillo, lechuga troceada y mayonesa.
Pero están realmente espectaculares con cebolla caramelizada.
Nota: Esta receta también se puede hacer con lomo, para ello programamos 20 minutos por cada kilo de lomo, siguiendo los mismos pasos que para los solomillos.