- Medio kilo de cazón fresco
- 4 dientes de ajos
- Orégano
- Pimentón dulce de la Vera
- Azafrán molido
- Pimienta en grano
- Sal, agua y vinagre de vino
- 2 hojas de laurel
- Aceite de oliva virgen extra suave
- Harina de trigo
Lavamos el cazón, lo troceamos y sazonamos.
Para hacer el adobo se puede hacer tanto en batidora como en mortero, yo prefiero éste último.
Pelamos los dientes de ajo (retiramos el germen central) y echamos al mortero junto con el orégano, pimentón dulce, azafrán y un poco de sal gruesa. Majamos muy bien.
Por último echamos la pimienta en grano y las hojas de laurel partidas en trocitos, removemos y ¡listo nuestro adobo!
En un recipiente, preferiblemente de barro o de cristal ponemos los trozos de cazón, vertimos el adobo intentando que cubra todos los trozos. Dejamos macerar en la nevera cuanto más tiempo mejor. Recomiendo consumirlo al día siguiente.
Antes de freírlo lo dejamos escurrir, también podemos eliminar el exceso de líquido con una servilleta de papel y después los pasamos por harina.
En una sartén con abundante aceite bien caliente freímos el cazón.
Nota: Este adobo sirve también para otros tipos de pescados, como puede ser boquerón o caballa.
Podemos acompañarlo con una ensaladilla rusa.